jueves, 25 de octubre de 2012

San Luis aplastó a Ñublense que espera una mano de San Marcos




Por Luis Montenegro/@luismontenegro7

Habían caído estrepitosamente en Coquimbo y querían despedirse de la mejor forma ante su público. Y jugando con mucha garra y amor propio, San Luis de Quillota apabulló a Ñublense con dos goles en los minutos finales, dejando al cuadro visitante a la espera de una manito de San Marcos de Arica en la última fecha.

Los canarios lamentaron la suspensión de Guillermo Pacheco, lo que provocó el ingreso de Eusebio Díaz en la zaga, lo que se sumó a otros dos cambios en la oncena titular: los opacos Pezzella y Taborda dieron paso  al "Yuyo" Vargas y Mariqueo. Así, los de Giganti formaron con De Paul; Ledesma, Díaz, Vicencio y Jerez; Mariqueo, Césped, Vargas y Pinares; Cuéllar y Soto. Ñublense por su parte alineó con Viera; Olivares, Montecinos, Rojas y Ruiz; González, Cisternas, Vásquez, Parra y Lanzini con Díaz solitario en delantera.

El dueño de casa tempranamente se puso en ventaja, precisamente con uno que venía con hambre de revancha. Tras un córner que Pinares sirvió en corto a Mariqueo, este devolvió y el ex-Triestina lanzó un preciso centro para Fernando Ledesma, quien se despegó de todos sus marcadores para cabecear cruzado y abajo, inalcanzable para Viera. Los canarios se veían en ventaja antes de los 10 minutos y Ñublense sintió el golpe, yéndose con todo en búsqueda del empate. El equipo de Carlos Rojas comenzó a acercarse peligrosamente, ayudado principalmente por la gran cantidad de faltas que cometió el cuadro anfitrión en las diagonales del área.

Y cuando mejor jugaba la visita, vino el 2-0. Una falta desde el sector izquierdo del ataque canario fue servido por Ismael Mariqueo. Pelota bombeada y Viera duda en la salida, lo que es aprovechado por Daniel Vicencio quien con un frentazo seco colocó el segundo tanto para los locales. Luego de ello un sorprendido Ñublense siguió intentando desde las pelotas detenidas, pero no fue suficiente para descontar. Patricio Blanca diopor finalizada la primera mitad con victoria parcial para los canarios, que sin hacer un partido muy brillante estaban lavando las heridas del pasado partido con Coquimbo.

Recién iniciado el segundo tiempo y luego de que Joel Soto se perdiera de forma increíble el 3-0, vino el golazo de Cisternas que sembró la incertidumbre en Quillota. Incertidumbre que se transformó en desesperación cuando en el minuto 72' Tomás Lanzini en el enésimo tiro libre cobrado por Blanca puso el 2-2. 

Sin embargo, la alegría le duró tan solo dos minutos a los cerca de 30 hinchas que llevó el cuadro de Chillán. César Pinares agarró un balón a 30 metros del arco de Viera y lanzó un balón bombeado a la cabeza de Taborda. El argentino no alcanzó a cabecear, lo que finalmente hizo una pantalla que terminó confundiendo a Viera quien vio con frustración como el balón se le coló por un rincón. Luego del 3-2, los dirigidos por el Chifli Rojas cayeron en desesperación, y las expulsiones de Rojas (a los 80') y Montecinos (a los 82') le hicieron la tarea más fácil a los de Giganti. Con la visita ya entregada, San Luis selló la goleada con dos  en los descuentos: Bruno Pezzella convirtió con tiro cruzado tras un gran pase de Pinares y Taborda convirió con un remate con efecto tras sacarse a un defensa. Pinares, entre ambos goles, pudo haber hecho aún más deshonrosa la derrota chillaneja con un tremendo disparo que dio en el horizontal.

Con este resultado los canarios dependen de una compleja serie de resultados para pelear el ascenso: deben esperar que Barnechea salga campeón, vencer en Curicó y esperar la derrota de Everton en la última fecha para disputar una final de campeones. Paradójicamente, Ñublense espera precisamente que se de lo contrario, puesto que la vuelta olímpica de San Marcos le da boletos directos a la final que definirá al segundo ascenso.

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