Por Luis Montenegro @luismontenegro7
La abrupta salida de 8 jugadores, a los cuales se podría sumar un noveno, y la posterior renuncia de todo el cuerpo técnico de San Luis de Quillota no viene si no a ser un corolario de 5 años de una política de contrataciones que difícilmente podría ser considerada exitosa.
Los números son fríos. Los canarios son sociedad
anónima desde Octubre de 2006. A partir de esa fecha, un total de 137
jugadores han formado parte de la institución, de los cuales 43 han pasado por
la tienda quillotana por un período de un semestre o menos.
2007: La salida de Riffo y el año en que casi
se subió
Como comentábamos anteriormente, el 5 de Octubre
de 2006 San Luis se transformó en Sociedad Anónima Deportiva Profesional. Bajo
el mando de Pedro Rojas, la SADP tuvo su primer torneo completo a cargo del
club el 2007. Para ello, Mauricio Riffo (técnico del cuadro canario desde el
2003), armó un plantel de 26 jugadores, con 2 extranjeros y 13 canteranos,
contando con 12 refuerzos (sumando a los juveniles ascendidos al primer equipo)
y 8 bajas en relación al torneo anterior.
Esa temporada marcó la salida de Riffo de la
banca canaria, en un escándalo que tuvo entre otras situaciones, huelga de
jugadores y la llegada de Raúl Ormeño a la banca. Durante esa campaña, San Luis
tuvo en su segundo semestre a Nestor Contreras, jugador que solo jugó el
clausura y luego emigró a Santiago Morning. Además se despidió en el primer
semestre al joven Cristopher Núñez, quien fue la única baja de San Luis en el trascurso
del campeonato. Asimismo, en 2007 asume la actual directiva del club, con
Gaspar Goycolea a la cabeza, y la salida de César Villegas por Jaime Baeza,
quien se haría cargo de la comisión fútbol de San Luis.
2008: El año del desastre
El 2008 estuvo marcado por una seguidilla de
errores en las contrataciones y un pésimo rendimiento futbolístico, que tuvo al
cuadro canario peleando hasta las últimas fechas por no descender. . Se llegó a
tener un plantel de 36 jugadores, 33 de los cuales, llegaron durante ese año y
24 dejaron la tienda canaria, además de otro cambio de técnico. Raúl Ormeño
salió en medio de una crisis, que terminó con un juicio que el exColo Colo
ganó, embolsándose 12 millones de pesos que salieron de las arcas del club. A
Ormeño lo siguió el cuestionado Leonardo Vinés, que no alcanzó a terminar el
torneo y se llevó derrotas históricas, como aquél 6 a 0 contra Puerto Montt en
su debut (la peor goleada en la historia del cuadro canario en calidad de
visita).
Prácticamente un tercio de todos los jugadores
que han estado menos de un año en la tienda canaria defendieron la casaquilla
amarilla ese año. Algunos de ellos son dignos de película. Como por ejemplo
Claudio "Cuchara" Salinas, que llegó con un contrato por dos
temporadas después de estar más de 1 año sin jugar fútbol. Con 34 años, el
calvo defensa jugó 4 partidos, hizo 2 autogoles, se lesionó y se retiró
(indemnización de por medio). A él, se suman otros insignes nombres como Ariel
Segalla, jugador pedido expresamente por Ormeño que llegó lesionado y
prácticamente no jugó, yéndose de Quillota a mitad de año sin pena ni gloria;
Gustavo Zamudio que nunca logró congeniar con sus compañeros, Claudio Latorre,
goleador que nunca fue titular y luego de irse de San Luis la rompió en otros
clubes como Puerto Montt, Magallanes o San Felipe, o el juvenil Adrián
Arancibia, que casi no fue considerado y emigró a mitad de año.
Luego de un apertura desastroso, el equipo se hizo de nuevo a mitad de año; Cristian Olguín, Mauricio Parada, Peter Vera, Mauricio Dinamarca, Miguel Catalán, Leonardo Briceño, Alvaro Villalón, Emanuel Hermida y Mario Campos jugaron esos 6 meses y se marcharon. Mención especial para Emmanuel Hermida, argentino que llegó con carta de goleador y jugó escasos 25 minutos en todo el torneo, siendo recordado por un balón que mandó a las nubes desde plena área chica, y para Mario Campos, juvenil que deslumbró en el último partido de aquel año y que luego volvió a las inferiores para no jugar nunca más.
Luego de un apertura desastroso, el equipo se hizo de nuevo a mitad de año; Cristian Olguín, Mauricio Parada, Peter Vera, Mauricio Dinamarca, Miguel Catalán, Leonardo Briceño, Alvaro Villalón, Emanuel Hermida y Mario Campos jugaron esos 6 meses y se marcharon. Mención especial para Emmanuel Hermida, argentino que llegó con carta de goleador y jugó escasos 25 minutos en todo el torneo, siendo recordado por un balón que mandó a las nubes desde plena área chica, y para Mario Campos, juvenil que deslumbró en el último partido de aquel año y que luego volvió a las inferiores para no jugar nunca más.
2009: El año del ascenso no estuvo exento de
errores
El 2009 quedará marcado en la memoria de los
seguidores del cuadro canario. Un desconocido Diego Osella, joven DT argentino
de una liga local llegaría a escribir una historia dorada para las
páginas del club, entregándole el primer título profesional en más de 20 años y
la vuelta a primera división luego de 22. Ese año se tuvo un plantel cercano a
los 30 jugadores, armado nuevamente de cero (25 jugadores del plantel del
clausura 2008 abandonaron el club) con dos situaciones especialmente
llamativas.
La primera fue el arribo de un alto número de extranjeros. De hecho el cuadro canario apostó por algunos elemenos de las inferiores, para hacerlos debutar en el futuro en el primer equipo. De ellos, Cristian Argañaraz y Ezequiel Goy nunca llegaron a jugar en el primer equipo, mientras que Fernando De Paul lo hizo al año siguiente, quedándose hasta el día de hoy en el club. Este 2009 cuenta como curiosas excepciones el caso de Carlos Tapia, jugador que Osella siempre consideró como sparring y que se fue a mitad de año sin haber sido siquiera considerado en las citaciones y Eduardo "Pollito" Arancibia, que llegó a cubrir al lesionado Carlos Escudero y fue clave en el ascenso. Pese a ello, no fue considerado dentro los planes de Osella para la primera división.
La primera fue el arribo de un alto número de extranjeros. De hecho el cuadro canario apostó por algunos elemenos de las inferiores, para hacerlos debutar en el futuro en el primer equipo. De ellos, Cristian Argañaraz y Ezequiel Goy nunca llegaron a jugar en el primer equipo, mientras que Fernando De Paul lo hizo al año siguiente, quedándose hasta el día de hoy en el club. Este 2009 cuenta como curiosas excepciones el caso de Carlos Tapia, jugador que Osella siempre consideró como sparring y que se fue a mitad de año sin haber sido siquiera considerado en las citaciones y Eduardo "Pollito" Arancibia, que llegó a cubrir al lesionado Carlos Escudero y fue clave en el ascenso. Pese a ello, no fue considerado dentro los planes de Osella para la primera división.
2010: La reacción que nunca llegó
El año 2010, con San Luis en Primera Divisón, la
política de contrataciones de los amarillos se transformó en otra película de
terror. Luego de la salida de Osella (El único DT que duró más de 1 año luego
de Riffo), el cuadro canario se reforzó desesperadamente con 11 refuerzos,
muchos de los cuales vinieron a pasear a Quillota. A ello se sumó la polémica
pasada de Roberto Mariani por el club (dirigió 5 partidos y se fue por insultar
a la dirigencia) y Cristian Ochoa, quien terminó de enterrar al cuadro canario
en una campaña desastrosa que lo llevó de vuelta a la B.
Ese año será recordado también por jugadores como
Eduardo Villagra, que llegó desde la UC y se fue antes del final del apertura,
decepcionado por no jugar; Diego Menghi, argentino que venía de Racing y que se
dedicó a pegar patadas, pasando expulsado y que también partió a mitad de año,
Juan Augusto Huerta, otro argentino que venía precedido de un gran cartel y que
pese a demostrar buen juego abandonó el barco a mitad de año, y los gloriosos
refuerzos del clausura: Hernán Silva, argentino que llegó pedido por Mariani y
que jugó 2 partidos; Jorge "Potencia" Vargas, que habló más de lo que
jugó; Carlos Escobar, Mathias Viddangossy, Cristian Uribe, Patricio Pérez (un
histórico que volvió y se fue), Francisco Sánchez, Christian Durán, Manuel
Cáceres y Hernán "Látigo" Peirone, quizá el único que dejó buenos
recuerdos en Quillota ese año, marcando entre otros el gol con el que se
inauguró el nuevo Lucio Fariña Fernández.
2011: Rodriguez, Cossio y la salida de los
ídolos
El 2011 quedó marcado por la salida del último de
los grandes ídolos del cuadro canario. Luciano Palos partió a préstamo a
Cobreloa para no volver. Como era de esperar, el descenso provocó el èxodo de
profesionales (20 se fueron) y la llegada de 19 jugadores. Ese año además se
tuvieron 2 técnicos. Luis Rodríguez, un estratega formado en el INAF sin
experiencia en primera B dejó su puesto a Nelson Cossio, quien salvó al cuadro
de la penúltima posición y lo tuvo a un par de puntos de pelear la liguilla de
promoción.
Dentro de este año destaca el fugaz paso de
Patricio Gutiérrez, que llegó como la gran promesa del lado izquierdo de la
defensa para partir a primera división antes de terminar el apertura;
Andrés Ariaudo, otro argentino que llegó de Independiente pero que apenas entró
desde la banca en un par de partidos, y Guido Abayián, recordado en Quillota
como uno de los peores delanteros que han pisado Quillota, pese a venir, ni más
ni menos, que del Benfica de Portugal. El gran refuerzo que llegó en la segunda
mitad, Ángel Rojas, no lo hizo mejor. Además llama la atención de la
recontratación de uno que fue desechado a finales de 2010: Alejandro Escalona,
capitán el 2009 que duró solamente el torneo de clausura pasado.
2012: El corolario
Finalmente, el 2012 significó el corolario de
esta historia. Se fueron Mario Pierani, Gerson Martínez, otra vez Escalona, y
nuevamente se trajo un técnico con poca trayectoria y se armó un plantel muy
joven. 20 jugadores partieron y 15 llegaron. De estos 15, Leonardo
Olivera, Cristian González, Alfredo Rojas, Cristian Fuentes, Gabriel Vilches y
Alfredo Calderón completarán la triste nómina de 43 jugadores que apenas
alcanzaron a jugar un torneo por San Luis, incluso en algunos casos sin
alcanzar a disputar un minuto en cancha. Esto se suma a la no despreciable suma
de 11 técnicos (Riffo, Ormeño, Vinés, Gatica, Osella, Mariani, Ochoa,
Rodríguez, Cossio, Soto y ahora Giganti) en 5 años. A estos 43 jugadores se suman
otros 54 que solo alcanzaron a jugar en 2 torneos, lo que implica que solo 40
han estado más de 1 año en la institución canaria desde que esta es SADP. Sin
duda, al menos da para la reflexión...
buen aporte compadre, ojala lo vean los dirigentes
ResponderEliminarMuy buen artículo
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